Aquí y ahora

Vivimos agobiados, apurados, luchando contra un gran número de condiciones, a veces externas y a veces creadas por nuestra angustia.

Miramos, a veces desesperadamente, a nuestro pasado como fuente de paz o a nuestro porvenir como cese de nuestras aflicciones. Nada parece ser suficiente. No hay dinero, poder, belleza, fama u otras condiciones que no nos provean más que un alivio momentáneo.

Ahora, ¿consideramos desapasionadamente como estamos viviendo? Nos detenemos a pensar qué estamos haciendo de esta maravillosa oportunidad que nos ha sido regalada?

Así que les propongo unas preguntas aparentemente sencillas y unas respuestas cruciales:

¿Dónde está nuestro pasado? Solo en nuestra memoria.

¿Dónde está nuestro futuro? Solo en nuestra imaginación

Si ahora estamos en un lugar: ¿podemos simultáneamente estar en otra parte? Definitivamente no.

Nuestra vida ocurre aquí y ahora. Pero tendemos a no estar presentes, a no ver que sencillamente estamos hoy y en este lugar.

Este engaño nos conduce al sufrimiento. Nuestro apego a situaciones erróneas nos hace daño. Permanecemos en un mundo irreal, en el que nuestra mente no encuentra sosiego. Nuestros pensamientos van y vienen sin pausa desde nuestras experiencias pasadas a nuestros sueños futuros, comparándonos con lo que dijimos que íbamos a ser, lo que nos dijeron que debíamos ser o aquello que nunca seremos.

Una Psicoterapia basada en el Budismo intenta volver permanentemente al paciente a su presente. No para que este se juzgue o juzgue a los demás. No para que la persona evite estar consigo misma o evite al universo.

Solo para atestiguarlo objetivamente y tomarlo como es. Para permitirnos estar aquí y ahora hay un número extraordinario de acciones que podemos practicar.

Meditar es la más sencilla y en nuestro Occidente una de las más practicadas. Otra de las acciones es entrar en movimiento, logrando que acciónes placenteras y centradas en los propios intereses permitan el cese de ese flujo de pensamientos, nocivo y repetitivo y conduzca a la comprensión más cabal de nuestro entorno.

Esas técnicas son aplicadas durante la Psicoterapia Zen.

Adicionalmente, en la Psicoterapia basada en el Budismo Zen, agregamos otras, como la búsqueda de enfocar nuestra mente en un pensamiento lógico y tranquilo, desechando la ira, la envidia, el rencor, el apego y la codicia.

Además damos la bienvenida al desarrollo de actividades reconfortantes y novedosas sin dilaciones ni auto justificaciones que en muchas ocasiones debemos ayudar al paciente a descubrir.

Logramos por estos procedimientos una definitiva compasión sobre nosotros y los demás, permitiendo la aparición de "la mente cotidiana", "la mente de cada instante", "la mente del aquí y ahora". La mente del aquí y ahora no es más esclava del pasado, el futuro o de las comparaciones.

Es siempre ahora, presente. El pasado y el futuro surgen y dependen de ella. El zen dice que cuando la mente aquí y ahora desaparece, el cielo entero desaparece. Cuando la mente aquí y ahora aparece, la gran tierra aparece.

Cada momento es mente aquí y ahora. Sin velos, sin miedos, sin preocupaciones.

Y uno asiste al espectáculo gozoso de su propia existencia.